sábado, 14 de noviembre de 2009

Sin título (Rosa)


Rosa Ayesa (Microrrelato maleta/sol)

El sol era el metrónomo de su vida. Cada amanecer, por las tres rendijas entreabiertas de su persiana, adivinaba el color del día: si el sol no había sido capaz de vencer a las nubes, si presentía tejados y aceras mojados, se quedaba en la cama hasta la hora de comer y el resto del día pasaba con el ritmo lento de un cortejo fúnebre; los otros días, esos en los que las rendijas auguraban cielo azul, saltaba de la cama y el frenético compás sólo disminuía cuando el sol se ocultaba en el horizonte.

Los astros no habían sido generosos con ella y se alinearon para que naciera y viviera en un lugar donde el sol pocas veces ganaba la batalla. Harta de que el ritmo de los días sin sol cada vez marcase más la melodía de los días, Alicia decidió meter su vida en una maleta y partir en busca de un lugar donde siempre hiciese sol.

Encontró uno en el que le aseguraron 300 días de sol al año. Buscó un piso con una habitación, con una persiana con tres rendijas. Cada amanecer, su sofisticado sistema solar ponía en marcha el metrónomo. Pero los días a ritmo de plomo continuaron siendo los más frecuentes.

Alicia se permitió un último intento. Vació su maleta y la limpió a fondo. Con un paño de algodón blanco mojado en agua de colonia de limón, la rastreó centímetro a centímetro. Así, Alicia volvió a casa con el sol en la maleta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario